

Ciencia
Cada semana cae un coche del espacio: la alarmante crisis de basura espacial
10.000 toneladas de basura espacial orbitan alrededor de la Tierra, principalmente restos de antiguas misiones espaciales y satélites en desuso. Este problema representa un grave peligro tanto para otras misiones espaciales como para la Tierra.
Los expertos alertan del peligro que suponen estos objetos descontrolados y reclaman una hoja de ruta global para mitigar el impacto de este fenómeno
Se calcula que hay al menos 10.000 toneladas de chatarra espacial que pueden causar daños en el espacio o caer sin control a la Tierra. Es necesario tomar acciones a nivel global para abordar este problema y evitar posibles colisiones peligrosas.
«Estamos hablando de un problema de primera magnitud»
Los expertos reclaman una normativa más clara y mejoras en las redes de seguimiento para fortalecer los sistemas de alerta. Es fundamental desarrollar una hoja de ruta global para mitigar y revertir el impacto de la basura espacial.
Los expertos reclaman una normativa más clara, mejorar las redes de seguimiento y fortalecer los sistemas de alerta
Basura espacial: El peligro invisible que orbita sobre nuestras cabezas
En estos momentos hay al menos 10.000 toneladas de basura espacial orbitando justo encima de nuestras cabezas. Se trata, en su mayoría, de restos de antiguas misiones espaciales, fragmentos de cohetes y satélites en desuso que, tras acabar su vida útil, se quedan pululando a cientos de kilómetros de la Tierra. Cada vez son más las voces dentro de la comunidad científica que alertan sobre el grave problema que suponen estos objetos espaciales descontrolados tanto para otras misiones como, eventualmente, para los propios terrícolas.
Los expertos alertan del peligro que suponen estos objetos descontrolados y reclaman una hoja de ruta global para mitigar el impacto de este fenómeno
Hace casi 70 años que la humanidad, en su afán por entender el cosmos, ha estado lanzando misiones y, de forma colateral, acumulando basura espacial a entre 300 y 1.000 kilómetros de altura respecto a la superficie terrestre. Durante este periodo se han lanzado más de 6.500 cohetes y más de 16.000 satélites. Buena parte de estos, tras realizar su función, se quedan sin combustible y se convierten en chatarra espacial.
En algunos casos, los instrumentos permanecen flotando en el espacio inalterados y, en otros, colisionan entre sí y se desmigajan en cientos de fragmentos. A partir de ahí se abren dos escenarios igualmente preocupantes. Estos objetos pueden ocasionar daños en cascada en el espacio, poniendo en jaque cientos de misiones que orbitan el planeta o, por el contrario, pueden acabar cayendo de forma descontrolada contra la Tierra.
«Estamos hablando de un problema de primera magnitud»
«No es un problema que podamos seguir ignorando», explica Guillermo Monzón, de INDRA, durante el ‘Small Satellites and Services International Forum’ (SSSIF2024) que se celebra estos días en Málaga. Según argumenta este experto, la guerra contra la basura espacial ya se ha convertido en «un elemento crítico» tanto para los propios responsables de las misiones como para las autoridades globales.
Se calcula que hay al menos 10.000 toneladas de chatarra espacial que pueden causar daños en el espacio o caer sin control a la Tierra
«Ha llegado el momento de tomar acciones a todos los niveles«, recalca Monzón. En esta misma línea se posiciona Federico Perazzo, de UARX Space, quien también destaca la importancia de desarrollar una hoja de ruta global para mitigar, y a poder ser revertir, el impacto de este fenómeno.
Normativa global
Ya son varias las agencias espaciales y entidades del sector que han presentado sus propuestas para frenar la expansión de la basura espacial. Por ejemplo, existe una recomendación general para ‘desintegrar’ los satélites contra la Tierra como mucho cinco años después de su muerte. También hay cada vez más presión para que las misiones, desde un principio, cuenten con un plan específico para deshacerse de forma segura de sus instrumentos cuando estos acaben su recorrido.
«El problema es que, por ahora, todo esto no son más que recomendaciones. No hay una normativa específica ni ninguna medida de obligado cumplimiento. Necesitamos unas pautas mucho más claras y globales para hacer frente a este problema», comenta Águeda, quien reclama más avances en este ámbito.
Los expertos reclaman una normativa más clara, mejorar las redes de seguimiento y fortalecer los sistemas de alerta
En estos momentos, según explica Simone Centuori, de DEIMOS, ya se está trabajando para mejorar la red de seguimiento global de los satélites en desuso. «Necesitamos más y mejor información para conocer la posición de estos objetos y, eventualmente, cuándo podrían colisionar contra la Tierra», afirma.
Paralelamente, también se está avanzando en la creación de sistemas de alerta para detectar posibles colisiones peligrosas. «Se están desarrollando nuevas herramientas, muchas de ellas con inteligencia artificial, para mejorar el seguimiento de basura espacial y alertar ante posibles problemas», Sergio Velasco Muñoz, de INDRA. La guerra contra la chatarra cósmica, pues, no ha hecho más que empezar.