Medio Ambiente

Descubriendo el activismo medioambiental: mi experiencia con prismáticos y cámara de fotos

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¿Qué? Jacques Cousteau y Félix Rodríguez de la Fuente, dos personalidades destacadas en el activismo medioambiental.

¿Cuándo? Jacques Cousteau nació en 1910 y Félix Rodríguez de la Fuente en 1928.

¿Dónde? Jacques Cousteau era francés y Félix Rodríguez de la Fuente era español.

¿Cómo? Ambos desarrollaron su conciencia ecológica a través de la observación de la naturaleza, el uso de prismáticos y cámaras de fotos.

¿Por qué? Su interés por el medio ambiente los llevó a convertirse en activistas y defensores de la naturaleza, realizando acciones concretas como el asalto a un barco holandés que vertía residuos radiactivos en el océano.

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Desarrollo de noticia sobre conciencia ecológica

Jueves, 1 de julio 2021

Si tuviésemos que elegir un par de elementos decisivos a la hora de construir la conciencia ecológica habría que elegir sin duda unos prismáticos y una cámara de fotos o de filmar, esto último ahora resuelto con un buen móvil aunque la satisfacción no llegue a ser la misma. Con 4 años, el francés Jacques Cousteau (1910-1997) era un niño enfermizo al que recomendaron olvidarse de los deportes de contacto y abrazar la natación. Aquello le acercó al océano. Al borde de la adolescencia, su padre le regaló una cámara para registrar pequeñas grabaciones y fue también cuando descubrió la película muda ‘20.000 leguas de viaje submarino’ (1916), la primera cinta rodada bajo el agua con un sistema ideado por unos hermanos estadounidenses, los Williamson; a partir de entonces leyó todo lo que pudo sobre ellos y ya solo pensó en cómo mantener seca su cámara para rodar bajo el mar. Fue el inicio de una fascinación que lo condujo a ser uno de los mayores activistas medioambientales de todos los tiempos.

En España, Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980) no se separaba de los prismáticos que le regaló su padre al cumplir los 12. Gracias a ellos descubrió que el lobo al que tanto llegó a amar no era el monstruo que le habían pintado: «Lo que vi jamás se borrará de mi memoria. La faz del lobo era de una belleza indescriptible; la amplia bóveda de su cráneo, coronada por dos pequeñas y triangulares orejas, reflejaba gran inteligencia; sus claros, serenos y profundos ojos, con el iris del color del ámbar, miraban hacia mí con aire interrogante (…). Aquella faz no podía ser mala. La nobleza, la serenidad y la gallardía emanaban de la manera más conquistadora del rostro del perseguido carnicero. Aquella tarde fría de diciembre decidí que todo cuanto me habían contado era falso», contaba él mismo acordándose de su infancia.

Fernando Valladares nació en Mar del Plata en 1965 porque su familia materna, catalana, salió de España para evitar el franquismo y recaló en Argentina. Pero con 7 años ya estaba de vuelta en Tarragona (más tarde se instalaría en Madrid definitivamente, donde vive). Fue en esa ciudad donde el hoy profesor investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y una de las voces más autorizadas y reclamadas contra el cambio climático en España, tuvo la primera revelación que lo condujo a ser un activista medioambiental convencido. «Me encantaba ir al puerto con mis prismáticos porque era un espectáculo de vida, especialmente cuando llegaban los barcos cargados de peces y se acercaban las aves y aquello se convertía en una orgía taxonómica, por la cantidad de cosas hay en el mar».

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Debía tener él unos 11 años y se dedicaba a sacar fotos de aquella fiesta con una cámara bastante elemental… «Pero hacía unas fotos que me parecían buenísimas de gaviotas a distancia. Me sentía naturalista y me quedaba a ver todo el proceso, incluida la subasta, donde los pescados más bonitos eran los que menos valían…».


Resumen de la noticia

  • La importancia de la conciencia ecológica desde la infancia, destacando el papel de elementos como prismáticos y cámaras.
  • La influencia de figuras como Jacques Cousteau, Félix Rodríguez de la Fuente y Greenpeace en la concienciación ambiental.
  • El caso de Fernando Valladares, activista y científico, y su compromiso con la divulgación sobre el cambio climático.
  • La preocupación por la reacción social tardía y las consecuencias del cambio climático en migraciones internas en España.
  • El impacto psicológico del ecoenfado y la ansiedad ambiental en individuos como Valladares.

Implicaciones futuras

Es crucial destacar la necesidad de una acción urgente y coordinada para abordar los desafíos ambientales actuales y futuros. La conciencia ecológica desde la infancia y el papel de la divulgación científica son fundamentales para sensibilizar a la sociedad. La preocupación por las migraciones climáticas internas en España resalta la importancia de abordar el cambio climático a nivel global. La ecoansiedad y el ecoenfado son síntomas de la urgencia de actuar y la necesidad de soluciones sostenibles a largo plazo.

Cierre

La historia de Fernando Valladares y su lucha por la conciencia ambiental nos recuerda la importancia de actuar ahora para proteger nuestro planeta y las futuras generaciones. El compromiso individual y colectivo en la lucha contra el cambio climático es esencial para garantizar un futuro sostenible para todos.

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