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Las consecuencias de la renovación de Pérez por parte de Red Bull
Red Bull ha vuelto a reafirmar su confianza en Sergio Pérez, extendiendo su contrato por dos temporadas más. Esta noticia podría sorprender a algunos, considerando el rendimiento del mexicano junto a Max Verstappen. Pero, ¿realmente fue esta una decisión acertada por parte de Red Bull y para la Fórmula 1 en general? Hagamos un análisis crítico al respecto.
Como aficionados neutrales, siempre buscamos que los mejores pilotos ocupen los asientos de las escuderías punteras. Queremos ver la máxima competencia en la pista y que ambos coches de un equipo sumen la mayor cantidad de puntos posibles en el campeonato de constructores. Red Bull ha tenido un coche lo suficientemente dominante en los últimos años como para no preocuparse por este aspecto, especialmente con la brillante actuación de Verstappen en la pista.
Sin embargo, los recientes resultados indican que la competencia se está acercando, con Ferrari pisándole los talones a Red Bull en el campeonato de constructores. Ante esta situación, es extraño que Red Bull mantenga una debilidad en su alineación de pilotos, considerando la excelencia en otros aspectos del equipo.
Si bien es cierto que Pérez es un personaje popular que mereció su oportunidad en un equipo puntero después de años de destacarse en la zona media, los números no mienten. Comparando los tiempos de vuelta más rápidos de cada piloto en la matriz de supertiempos, Pérez se ubica como uno de los peores en rendimiento respecto a su compañero de equipo en 2024, solo por detrás de Logan Sargeant en Williams.
Los supertiempos se basan en la vuelta más rápida de cada piloto en cada fin de semana de carrera, expresada como un porcentaje de la vuelta más rápida en general y promediada a lo largo de la temporada. Es una medida de la velocidad pura de un piloto, y los resultados muestran que Pérez ha estado consistentemente por detrás de Verstappen en este aspecto en las últimas temporadas.
Esta brecha en el rendimiento se evidenció en el porcentaje de puntos obtenidos respecto a Verstappen. En 2021, Pérez sumó el 48% de los puntos totales de su compañero, mientras que en 2022 mejoró a un 67%, solo para caer al 50% en 2023. En la actual temporada, se encuentra en un 63%. Comparativamente, otros pilotos como Valtteri Bottas se mantuvieron más cerca de sus compañeros de equipo en temporadas anteriores.
Es crucial para una escudería tener a dos pilotos competitivos en sus filas, especialmente cuando los rivales se acercan en rendimiento. La dominación de un equipo puede resultar menos emocionante si los dos pilotos en los mejores coches no están igualmente equiparados. La falta de un segundo piloto fuerte en Red Bull desde la salida de Ricciardo en 2018 ha sido un problema constante.
Ante esta situación, surge la pregunta de a quién debería haber contratado Red Bull en lugar de Pérez. Con sus recursos económicos y capacidad de atracción, parecería lógico que el equipo se esforzara por fichar a pilotos de renombre como Lando Norris o Carlos Sainz. Incluso opciones menos convencionales podrían haber sido consideradas, como Yuki Tsunoda o Esteban Ocon.
En el mundo de la Fórmula 1, donde las decisiones estratégicas pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, mantener a un piloto que no está a la altura del desempeño requerido puede resultar problemático a largo plazo. Red Bull está apostando por la continuidad con Verstappen, pero incluso eso podría no ser suficiente para asegurar los éxitos en el campeonato de constructores en los próximos años.
En definitiva, Red Bull ha dejado una grieta en su armadura al renovar con Pérez, un piloto que ha mostrado no estar a la altura de su compañero de equipo en términos de rendimiento. Los números hablan por sí solos, y la falta de competitividad en la alineación de pilotos podría representar un riesgo potencial para los objetivos del equipo en el futuro cercano. Habrá que esperar para ver cómo se desarrollan las temporadas venideras y si Red Bull logra mantener su dominio con esta decisión.